Bueno, pues esta ronda ha sido un buen ejemplo de lo que no hay que hacer. Empecé la ronda el día 29 con 75 mg de ALA y 250 mg de ascorbato cálcico, igual que la anterior. Empecé el día 29 y al final hice 5 días. Me salté alguna dosis después de dormirme. Esto produce redistribución. Al final he optado por poner el pastillero con las cápsulas sobre el teléfono movil para así tener que chocarme con ellas para apagar la alarma. Si no hago eso me duermo sin tragármela.
Como sigo sin tener claro por qué no tolero el zinc y nunca me canso de hacer tonterías, el cuarto día volví a tomar zinc, aunque con una dosis más baja que otras veces. Empecé con 10 mg de zinc (gluconato) con las comidas, es decir, 30 mg/día, y volvieron las palpitaciones, el cansancio y las molestias en las encías. Tuve algunos pinchazos en el brazo, y cierta sensación de opresión en el pecho. Eso tras un día, así que dejé de tomarlo. El quinto día me desperté cansado pero al final del día me fui encontrando mejor.
El primer día tras la ronda me desperté por la noche con algo de hormigueo y ganas de orinar. Por la mañana me desperté cansado y tuve fasciculaciones. El segundo ya me levanté bien, con la cabeza más clara y sin síntomas.
Cutler no parece tener una buena explicación para esto del zinc. Rebuscando por el foro inglés de quelación de dosis frecuentes vi que hay otras personas a las que le pasa lo mismo, y en respuesta en el mismo hilo Cutler dice que él sospecharía algún tipo de sensibilidad química, lo cual no es que aporte mucha luz. Niega que se pueda deber a "síntomas de eliminación de cobre" y recomienda probar otras formas de zinc y en caso de que no se tolere, no tomarlo y listo. Yo sigo creyendo que me baja el hierro y después de casi un año sigo sin tener claro el tema del cobre en el cabello.