jueves, 28 de febrero de 2013

Prueba con alimentos azufrados

   Como me encontraba bastante bien y llevaba bastante tiempo haciendo dieta sin alimentos azufrados, al acabar la última ronda decidí hacer la prueba que dice Cutler de estar una semana sin alimentos azufrados y después otra semana comiendo muchos alimentos azufrados para ver si se notan diferencias. Así que los días 20, 21 y 22 me pasé a la dieta azufrada: espárragos, brócoli, huevos, queso y como durante esos días estuve bien canté victoria demasido rápido. El día 23 empecé ya con pitidos en los oidos y dolor en las encías, al día siguiente lo mismo y al siguiente ya peor aún, con sofocos, inquietud mental, preocupación, palpitaciones, insomnio... Así que empecé otra ronda y me he ido encontrando mejor. Ya escribiré el post correspondiente cuando acabe.

   A parte de eso cuando decidí parar la anterior ronda porque tenía sensaciones raras en el corazón (como un ligero dolor), me medí la presión arterial varias veces a distintas horas y vi que tenía la tensión a 9/6, más baja de lo que la suelo tener normalmente. Me la he seguido midiendo los días siguientes y ahora al empezar otra ronda me ha vuelto a subir a 10/7-11/8. Cosas raras...

viernes, 22 de febrero de 2013

23ª ronda con ALA

   Esta ronda la hize con 75 mg de ALA cada 3 horas. La empecé el día 14 y estuve durante 6 días. Durante los dos últimos días de ronda hice la prueba de añadir 37.5 mg de DMSA, pero el último día me noté cierta sensación rara en el pecho, como algo del corazón (nada grave) y por precaución decidí acabar la ronda. Esta vez no he ido apuntado los síntomas de cada dia porque ya se me hace un poco pesado. Hasta el último día me encontré bien y en algunos momentos me sentí incluso muy bien, casi no me enteré de que estaba de ronda salvo por tener que despertarme cada 3 horas. En los tres días después de la ronda he tenido algunas fasciculaciones en distintos músculos (pectoral, muslo..), acúfenos y un poco de dolor en la zona alta de la nuca.

martes, 5 de febrero de 2013

22ª ronda con ALA

   Bueno, pues esta ronda ha sido un buen ejemplo de lo que no hay que hacer. Empecé la ronda el día 29 con 75 mg de ALA y 250 mg de ascorbato cálcico, igual que la anterior. Empecé el día 29 y al final hice 5 días. Me salté alguna dosis después de dormirme. Esto produce redistribución. Al final he optado por poner el pastillero con las cápsulas sobre el teléfono movil para así tener que chocarme con ellas para apagar la alarma. Si no hago eso me duermo sin tragármela.

   Como sigo sin tener claro por qué no tolero el zinc y nunca me canso de hacer tonterías, el cuarto día volví a tomar zinc, aunque con una dosis más baja que otras veces. Empecé con 10 mg de zinc (gluconato) con las comidas, es decir, 30 mg/día, y volvieron las palpitaciones, el cansancio y las molestias en las encías. Tuve algunos pinchazos en el brazo, y cierta sensación de opresión en el pecho. Eso tras un día, así que dejé de tomarlo. El quinto día me desperté cansado pero al final del día me fui encontrando mejor.

   El primer día tras la ronda me desperté por la noche con algo de hormigueo y ganas de orinar. Por la mañana me desperté cansado y tuve fasciculaciones. El segundo ya me levanté bien, con la cabeza más clara y sin síntomas.

   Cutler no parece tener una buena explicación para esto del zinc. Rebuscando por el foro inglés de quelación de dosis frecuentes vi que hay otras personas a las que le pasa lo mismo, y en respuesta en el mismo hilo Cutler dice que él sospecharía algún tipo de sensibilidad química, lo cual no es que aporte mucha luz. Niega que se pueda deber a "síntomas de eliminación de cobre" y recomienda probar otras formas de zinc y en caso de que no se tolere, no tomarlo y listo. Yo sigo creyendo que me baja el hierro y después de casi un año sigo sin tener claro el tema del cobre en el cabello.

Mercurio, DMSA, neutrófilos y cándidas

   Las cándidas (levaduras) son hongos presentes en la flora intestinal de cualquier persona. El problema aparece cuando su población crece demasiado (candidiasis). Algunas cándidas pueden pasar a formar filamentos que van creciendo y llegan a penetrar en las paredes intestinales dando lugar a lo que algunos médicos han denominado "síndrome del intestino permeable" (del inglés leaky gut syndrome). Esto hace que alimentos no digeridos y toxinas puedan atravesar la pared intestinal y llegar a la sangre, aumentando las alergias, las intolerancias alimentarias y las infecciones. Las propias cándidas pueden llegar así hasta la sangre (candidemia) y a partir de ahí infectar otros tejidos pudiendo llevar incluso a la muerte en personas inmunodeficientes. Las cándidas prosperan en ambientes húmedos y cálidos en presencia de una buena cantidad de glucosa. En el intestino pueden crecer descontroladamente produciendo bastante malestar pero su manifestación más visible suele darse en los genitales (candidiasis genital o vaginal), en la boca (candidiasis oral) o en la piel (candidiasis cutanea).


   Los neutrófilos son los glóbulos blancos que forman la primera linea de defensa contra bacterias y otros patógenos. Entre estos patógenos están los hongos cándida. Los neutrófilos pueden fagocitar a las cándidas (comérselas literalmente) y producir trampas extracelulares capaces de degradarlas tanto en forma de levadura como de hifa (filamentosa).

  Dos neutrófilos atacando a una cándida parasilosis (x1000)

    El DMSA a menudo produce una disminución del número de neutrófilos y el mercurio inhibe parte de la química necesaria para matar a las cándidas. Esto hace que las personas expuestas a mercurio y/o que realizan quelación con DMSA puedan ser colonizadas más fácilmente por ellas. Según Cutler algunas de las cosas que pueden ayudar a incrementar los neutrófilos y/o a reducir la población de cándidas son las siguientes (traduzco con ligeras aclaraciones):

La arginina incrementa la producción de NO (óxido nítrico) en los neutrófilos, que es usado por ellos para matar a las cándidas. Si usas mucha arginina sin lisina entonces puedes incrementar la susceptibilidad a ciertas infecciones virales. Esto se arregla añadiendo algo de lisina.

La taurina incrementa la habilidad de los neutrofilos para resistir su propio OCl- (lejía), que es usado por ellos para matar a las cándidas.

El producto “Neutrophil plus” por Biotics incrementa el número de neutrófilos. Es un extracto glandular. Biotics lo vende a profesionales de la salud únicamente.

El litio incrementa el número de neutrófilos. El orotato de litio (lithium orotate) está disponible en VRP, el carbonato de litio (lithium carbonate) está disponible bajo prescripción como Eskalith. Es usado normalmente en trastornos maniaco-depresivos pero puede también beneficiar a personas cuya actividad eléctrica cerebral sea anormal.

La ornitina alfa-cetoglutarato (ornitine alpha ketoglutarate) incrementa el número de neutrófilos.

Los neutrófilos necesitan montones de zinc, que por supuesto es siempre un problema en personas intoxicadas con mercurio.

El sello dorado (golden seal) y otros materiales que contienen berberina puede incrementar el número y la actividad de los neutrófilos.

El DMG incrementa mucho la producción de anticuerpos y la actividad de los linfocitos. No está claro si también estimula los neutrófilos.

La cimetidina (Tagamet), el antiácido bloqueador de H2, puede incrementar el número de neutrófilos o su actividad. Esto también incrementa generalmente la reactividad del sistema inmune.

El DMG y la cimetidina pueden hacer a la gente alérgica MAS alérgicamente reactiva.

Las cosas anti-candida para las que no es necesaria prescripción son:

El ácido caprílico, que está también en la mayoría de los suplementos líquidos de triglicéridos de cadena media (MCT) como triglicérido y está también en el aceite de coco en cantidades sustanciales.

Gel de aloe vera

Lactoferrina

Ajo (que es azufrado)

Extracto de semilla de pomelo (que también ralentiza MUCHO la fase 1),

Aceite de orégano (que es repulsivo para las personas con una fase 1 lenta).

La biotina puede también ayudar a controlar las cándidas y es de gran ayuda para quienes tienen dificultades regulando la glucosa en sangre, o tienen el piruvato elevado, o problemas metabolizando ciertos aminoácidos.

Los probióticos ayudan a proporcionar organismos “saludables” que compiten con las cándidas y las expulsan.

Los fructooligosacáridos (FOS) alimentan a los organismos “saludables”.

Y por supuesto hay antifúngicos de prescripción médica (nistatina, fluconazol...)

Espero que esta lista dé suficientes cosas a la gente para probar y encontrar una o dos que sean prácticas para ellos.

lunes, 28 de enero de 2013

21ª ronda con ALA

   Lo primero que tengo que decir es que durante el fin de semana me encontré realmente bien, tanto mental como físicamente. Un par de días tras las últimas rondas me voy encontrando muy bien, relajado y con la cabeza clara, y lo raro es que permanezco así durante varios días. La úlcera de la boca, el Herpes y la inflamación del ganglio fueron desapareciendo poco a poco.

   El día 23 empecé otra ronda con 75 mg de ALA y 250 mg de ascorbato cálcico cada 3 horas. El primer día estuve perfectamente y el segundo día también hasta que llegaron las 21:00 de la noche o así que empecé a sentir un poco de opresión craneal. El dolor fue intensificando y centrándose en la zona de la nuca y estuve hasta las 2 de la mañana sin poder dormir. Ese mismo dolor lo tenía cuando más intoxicado estaba, alrededor de los 22-23 años. Puede confundirse con tortícolis, pero el dolor es más interno, no es en los músculos. En la zona alta de la nuca se encuentran dos de los principales objetivos del mercurio en el cerebro, el cerebelo y el lóbulo occipital, que suelen ser las zonas más perjudicadas tras la glándula pituitaria. La acumulación de mercurio en el lóbulo occipital produce alteraciones sensoriales, entre las más frecuentes está el estrechamiento del campo visual. En casos graves la acumulación de mercurio en el cerebelo produce ataxia (problemas de coordinación motora y equilibrio). Ambas cosas fueron muy comunes en los intoxicados de Minamata. A bajas dósis produce efectos más sutiles. El tecer día me desperté ya sin ese dolor y me encontré bien. 

   Durante los días posteriores a la ronda no he tenido prácticamente efectos secundarios, salvo algunas fasciculación aislada, acúfenos y tal vez haya estado un poco más despistado. Cosas puntuales y leves.

domingo, 20 de enero de 2013

20ª ronda con DMSA + ALA

   En esta ronda he vuelto a cambiar las dosificaciones con respecto a las anteriores. He vuelto a 50 mg de ALA y 25 mg de DMSA, pero esta vez cada 2 horas. En las últimas rondas los 100 mg de ALA me han producido brainfog y bastante inquietud al final de las rondas y en las post-rondas. Durante las próximas semanas necesito tener la cabeza en buenas condiciones y estar más relajado, así que he decidido volver a incluir DMSA y reducir la dosis de ALA. Empecé el día 12 y como me fui encontrando bien la acabé tras 5 días. Lo peor ha sido realmente despertarme cada 2 horas por las noches.

   Cuando aparece un síntoma por primera vez no se puede saber a ciencia cierta si se debe o no a la quelación hasta que no vayan pasando las rondas y veamos si ese síntoma se repite, por eso creo que aunque a priori uno crea que un determinado síntoma no se debe a la quelación,  apuntarlo es una buena idea.

   El primer día tuve algunas fasciculaciones y dolor en la nuca durante un rato. Durante los tres días siguientes me encontré normal; no tuve brainfog ni los síntomas de las rondas anteriores como tensión o inquietud. El quinto día empecé ya a sentirme un poco espeso y me salió una úlcera en la boca, así que paré la ronda al acabar el día.

   El primer día tras la ronda me encontré bastante bien. El segundo por la mañana tuve algunas molestias en las encías, fasciculaciones en un gemelo, y acúfenos aunque poco molestos. Ayer me salió un herpes en el labio y un poco en las mucosas de la nariz. Hoy he notado que se me ha inflamado un glanglio linfático en el cuello.

Foto 1. Brote de Herpes simple en el labio superior.

   Es curioso que siempre que me ha aparecido herpes labial (y hacía realmente mucho que no lo hacía) ha sido exáctamente en ese mismo lugar. Por pura curiosidad me gustaría saber por qué no me aparece en el labio inferior o en cualquier otra zona como si le pasa a otras personas.

Foto 2. Ganglio linfático inflamado (bajo la oreja).

   La ronda en si ha sido una de las más llevaderas que recuerdo, sin embargo, al final ha vuelto la neutropenia, así que tengo cierta contradicción. Con el DMSA parece que los síntomas son más leves durante la ronda (aunque también es cierto que he bajado la dósis de ALA), pero me va deprimiendo el sistema inmune y empiezo a tener problemas con hongos, bacterias y virus. Lo que parece evidente es que no puedo tomar DMSA durante periodos largos.

   Mientras se realiza quelación con DMSA es una buena idea hacerse un recuento de glóbulos blancos cada cierto tiempo y es lo que yo debería hacer, pero hasta Abril no me tocan análisis en la seguridad social y ando ajustado de presupuesto. En cualquier caso, me parece que sólo con observar mis síntomas se puede deducir que durante a ronda va descendiendo el número de neutrófilos en sangre y tras la ronda vuelve a aumentar, aunque no sé con demasiada exactitud a que velocidad sucede esto y sería interesante saberlo para poder planificar mejor la quelación. Como en España que yo sepa no es posible conseguir DMPS, seguramente tendré que hacer la mayor parte de la quelación con ALA.

   Mientras sea posible es mejor usar ALA junto a DMSA, no sólo porque quela plomo y en circunstancias normales acelera la quelación de mercurio (según Cutler la excreción aumenta alrededor de un 30%), sino porque tomando sólo ALA y sin hacer análisis de heces es dificil estar seguro de que la excreción biliar está funcionando correctamente. Si tuviésemos algún problema de excreción biliar estaríamos movilizando mercurio continuamente mientras excretamos poco o nada. Tomando DMSA y ALA simultaneamente tenemos mayor certeza de que estamos excretando el mercurio aunque pueda ser en menor cantidad de lo que pensamos; sino es via heces será vía orina, aunque lo normal será hacerlo por ambas vías.

lunes, 14 de enero de 2013

Intoxicación por mercurio de amalgamas: Un problema político

   Muchas personas sufren problemas de salud producidos por sus empastes de amalgama y desconocen que el mercurio que éstos liberan en su boca es la causa de ellos. Quienes finalmente lo hemos averiguado lo hemos hecho después de muchos años de padecimientos inexplicables (o ridículamente explicados).

   Algunas personas han muerto como consecuencia de estas intoxicaciones (hay casos documentados en revistas de hace años), por suicidios o complicaciones derivadas del deterioro que se puede producir durante la intoxicación. Otros se han pasado su vida miserablemente de médico en médico, resignados, con enfermedades degenerativas y/o estigmatizados con problemas psiquiátricos sin llegar a recuperarse nunca. Aunque algunas personas piensen que decir esto es alarmista, es símplemente la verdad; no se puede sacrificar a algunas personas para que el resto estén tranquilas.

   Todo esto además lo puede deducir quien haya sufrido el problema, por su evolución y su posterior recuperación tras los trabajos dentales, dado que antes de ellos íbamos a peor y con muy malas expectativas, así como por casos con menos fortuna de entre asociaciones de afectados.

   Dado que la mayor parte de las personas que aún tienen amalgamas dentales ni siquiera saben que éstas están compuestas por mercurio metálico en un 50%, en caso de darse las circunstancias necesarias para que su salud comience a deteriorarse, será muy complicado que lleguen a asociar sus problemas a ellas, y según en que aspectos les afecte más así acabarán en un médico o en otro, probablemente pasen por varios: endocrinos, internistas, alergólogos, dermatólogos, neurólogos, psicólogos y psiquiatras, para finalmente acabar tomando múltiples fármacos de por vida en el intento de controlar sus síntomas.

   La creencia de la mayoría de los médicos en que las intoxicaciones por mercurio sólo se producen en el ámbito laboral (es lo que les dicen sus libros), hace que la toxicidad por mercurio a bajas dosis no forme parte de los procesos de diagnóstico en los sistemas de salud, que los casos existentes no lleguen a registrarse, y en consecuencia que no haya datos oficiales que reflejen la incidencia real de la patología, lo que a su vez se convierte el argumento principal usado por muchos para seguir afirmando que la amalgama dental es un material seguro, y para no tomar en consideración la patología en los procesos de diagnóstico (como no se diagnostica, parece que no existe y como no existe no se puede diagnosticar). Luego, los casos que salvando todas las dificultades (que son muchas) se registran en publicaciones, son minimizados como casos rarísimos que no merece la pena tener muy en cuenta.

   Lo cierto es que son bastantes los casos publicados tanto por médicos como por los propios afectados. Se sabe que hay distintas circunstancias (mascar chicle, galvanismo...) que multiplican la velocidad a la que se libera el mercurio de los empastes, y que no están controladas ni son conocidas por la inmensa mayoría de pacientes y dentistas, así como que se suma a otras fuentes de exposición (consumo de pescado, vapores en el aire, etc). Se han registrado casos en los que la liberación de mercurio de las amalgamas estaba bastante por encima de lo que se toma como referencia en los cálculos usados para afirmar su seguridad. Se sabe que una pequeña parte de la población es más propensa a sufrir una reacción adversa con el mercurio, bien por un aclaramiento más lento y/o una mayor sensibilidad a sus efectos neurotoxicos (hipersensibilidad), bien por una mayor respuesta inmune (alergia). Se sabe que si los mecanismos de excreción de metales del cuerpo no funcionan demasiado bien y/o si hay sinergias entre distintos tóxicos, la salud se deteriorará. Se sabe que el tiempo de vida del mercurio en el cerebro es muy largo (probablemente no exista un máximo), y que es ahí y en las glándulas endocrinas precisamente donde más se retiene durante la exposición a bajas dosis. Se sabe que todo el mercurio que no se excreta, se retiene, aumentando la concentración de este en los tejidos, que los límites de exposición laboral están tomados para una parte de la población seleccionada de manera natural por su resistencia al mercurio (trabajadores de la industria) y que ni siquiera en esos casos son seguros en el largo plazo, además de que los síntomas persisten años después de cesar la exposición

    La autoridades sanitarias han ido cambiando de opinión lentamente sobre el problema de la exposición al mercurio procedente de amalgamas dentales, y tras reconocerse que son la principal fuente de exposición para la población general (OMS 1991) y tras recibir informes contrarios a su uso, acabaron siendo prohibidas por los gobiernos de Suecia, Noruega y Dinamarca, mientras que por otro lado algunos organismos han seguido afirmando que las amalgamas dentales son seguras (SCENIHR y FDA).

   ¿Por qué el informe del comité SCENIHR sobre la seguridad de la amalgama dental, que se ha convertido en la posición oficial de la Comisión Europea, fue elaborado por 4 dentistas, 2 veterinarios y 1 toxicólogo? ¿No debería haber sido elaborado por un equipo de toxicólogos competentes en la materia? Probablemente en ese caso las conclusiones hubieran sido distintas, como se puede ver en este artículo, donde se desmontan una por una las conclusiones del SCENIHR, usando toda la evidencia científica disponible, y no sólo una parte.

   Incluso si uno cree realmente que los dentistas tienen una formación adecuada para juzgar la seguridad de un material en sus aspectos toxicológicos, ¿no tendría un propietario de patentes de amalgama como la Asociación Dental Americana (quien defiende en la FDA la odontología con mercurio) un conflicto de intereses al juzgar su seguridad?

   Muchos odontólogos son reacios a creer que las amalgamas que han estado poniendo durante años han causado muchas historias dramáticas e incluso trágicas, máxime cuando desde los colegios de odontólogos siguen afirmando que son seguras. No culpo a estos odontólogos. De hecho, algunos han sido también víctimas sin saberlo. Es lógico pensar de ese modo si quienes tienen que informarte no lo hacen. No parece verosímil que durante tanto tiempo se haya estado haciendo algo mal y nadie se haya dado cuenta. Pero lo cierto es que sí ha habido quien se ha dado cuenta, pero estas personas han pasado desapercibidas para la mayoría o se las ha censurado. Personas de ciencia como Alfred Stock, Jaroslav Pleva, Andrew H. Cutler, Bernard Windham o Maths Berlin han alertado en muchas ocasiones y el goteo de intoxicados ha sido constante.

   Mención aparte merecen las autoridades sanitarias españolas, cuya actuación ha sido nula. En cuanto a la representación de quienes defienden el uso de mercurio en la odontología española, véase consejo general de colegios de odontólogos, en su web se pueden leer una serie de "informes" escuetos que su presidente ha debido encargar a algunos dentistas con la intención de demostrar que las amalgamas dentales son seguras y que quien dice lo contrario es un vendedor de composites. Lo único que queda demostrado en ellos es que se ha invertido poco tiempo en hacerlos y que sus autores carecen de competencias para abordar un problema que es para toxicólogos que se hayan documentado. En cuanto a los alegatos con los que se presentan, además de que no ocultan un enorme prejuicio (incompatible con la ciencia), hay que decir que ofenden a las personas que han tenido que vivir una pesadilla a cuenta del mercurio de sus empastes de amalgama. Puedes encontrar en la sección de bibliografía una pequeña parte de la literatura que parecen desconocer estas personas.

   En los países donde se prohibió el uso de amalgamas dentales ya se resolvió el problema. Ahora la Comisión Europea estudia su prohibición en toda la UE, aduciendo motivos medioambientales como causa principal (cuestión malentendida por muchos), y así será como tal vez se resuelva el problema político.

    Lo esencial es que las personas que tienen empastes de amalgama y han sufrido un inexplicable deterioro de su salud, sepan que el mercurio que estas liberan puede ser la causa de ello, y que en ese caso extraerlas de manera segura e iniciar una terapia de quelación siguiendo un protocolo seguro (como el de Cutler), es el único tratamiento que necesitan, y que si hasta ahora no han podido obtenerlo ha sido por la inoperancia de las instituciones, y una falta de información a odontólogos y médicos.

sábado, 12 de enero de 2013

19ª ronda con ALA

   Otra ronda con 100 mg de ALA. Esta vez ha ido mal la cosa, no llegue ni a los tres días. Empecé el día 6 y acabé entre el 8 y el 9. No sé si ha llegado a dos días y medio. El último día se me pasaron dos dosis por la noche (no sé si sono la alarma o no), así que tuve que pararla.

   El primer día estuve perfectamente. El segundo día empecé a tener brainfog y luego ya tuve que parala. Durante el día siguiente me encontré mejor, pero el segundo día después de la ronda estuve irritable y tenso, con acúfenos y poco lúcido. Las fasciculaciones no han vuelto a aparecer desde que empecé la ronda. Hoy me he despertado casi sin fuerzas para levantarme.

   Se me ha acabado la pregnenolona, así que me voy a tomar un descanso de hormonas suprarenales (pregnenolona y DHEA), y de paso veo si noto mucha diferencia.