domingo, 30 de marzo de 2014

54ª ronda con ALA

   Pues nada, sigo con 50 mg de ALA cada 3 horas. Esta ronda creo que ha sido la más larga que he hecho con esta dosis. La empecé el día 14 y la acabé el 26 (12 días).

   El primer día se me volvió a pasar una dosis por la noche. Poco después me desperté con hormigueos y molestias en las encías. Como me parece un poco absurdo esperar un día para volver a empezar seguí la ronda. Después de despertarme me sangraron las encías, y luego durante el día tuve niebla mental. El segundo día estuve irritable. Por la noche hormigueos por el torso y sensaciones raras en el corazón. Los siguientes días con una muy ligera niebla mental pero bien. El día 11 se me pasó una dosis pero seguí y el día 12 se me pasó otra y ya paré.

   El primer día de postronda, por la noche ya noté algo de dolor en la zona de la nuca, pero no tan intenso como en ocasiones anteriores. El segundo día regular, empecé a estornudar y apareció inflamación en el interior de una fosa nasal y algo de obstrucción. No sé si se le puede llamar rinitis. El tercer día dolor en la zona de la nuca, que desaparece fácilmente con 1 g de paracetamol, también estornudos y seguí con lo de la nariz. Noté estos días como que  me dolía el cuero cabelludo, una sensación que hacía muchos años que no notaba. Ayer y hoy ya no hay estornudos, ha desaparecido la inflamación de las fosas nasales y las molestias en el cuero cabelludo. Todo parece en su sitio :-)

jueves, 13 de marzo de 2014

53ª ronda con ALA

   Otra ronda con 50 mg de ALA cada 3 horas, desde el día 1 hasta el 4 (4 días).

   El primer día bien. El segundo día se me pasó una dosis de la noche pero seguí con la ronda. Se está convirtiendo en costumbre que se me pase una dosis el primer día. El tercer día bien. El cuarto me empezaron a pitar los oidos después de desayunar así que decidí acabar tomando DMSA. Antes del quinto día ya empecé a sentir algo de dolor en la zona de la nuca y paré. Mejor no pasarse dosis...

   El primer día después de la ronda, a las 5 horas o así de parar (en la cama), ya noté hormigueo por el torso. Como es en la zona del hígado siempre dudo sobre si es del propio hígado o es cosa del sistema nervioso periférico. El segundo día normal. El tercer día niebla mental. El resto de días bien hasta que me dió por comer una salsa de tomate con cebolla. Lo siguiente fue niebla mental y dificultad para pensar. Al día siguiente chasquidos en el oido...

lunes, 3 de marzo de 2014

Sobre los peligros de usar amalgama de plata, llamada sucedaneo mineral, para rellenar piezas dentales. Por Talma (1846)

Figura 1. Dentista del siglo XIX
   He traducido otro artículo que me parece bastante revelador, sobre todo porque es uno de los primeros que se escribieron sobre el asunto, aunque hay otros. Fue publicado en 1846 en la revista Der Zahnarzt (ver aquí), unos años después de que empezara a usarse la amalgama, por un dentista de la Corte Real de Bélgica llamado Talma, tras encontrarse distintos casos de personas intoxicadas con el mercurio de sus empastes.

   Aunque durante las últimas décadas las cantidades de cada elemento se han ido estandarizando, normalmente vienen predosificadas y los dentistas están más experimentados, como se puede ver, la amalgama nunca ha sido inocente y no es realista pensar que sea un material seguro tal como se sigue afirmando desde asociaciones de dentistas.

Sobre los peligros de usar amalgama de plata, llamada sucedaneo mineral, para rellenar piezas dentales. 
Por Talma, Dentista de la Corte Real de Bélgica en Bruselas.
Der Zahnarzt 1(1), 1846, 23-28

   Una sustancia que sirva para ser usada como relleno de cavidades dentales con alguna ventaja, debe ser dura e impermeable, debe unirse al diente y formar una masa uniforme, y no debería ser atacada mecánica o químicamente por las comidas o la saliva, ya que sólo bajo estas circunstancias cumplirá su propósito de proteger el interior de la pieza dental del aire, la degradación y el contacto con la comida y la bebida, el contacto con herramientas de varios tipos y del uso de palillos por el paciente. Los dientes no siempre sanan, pero si cuando las partes afectadas aún pueden inflamarse y doler éstas son aisladas y protegidas de forma permanente, el progreso de este peligroso proceso se altera y detiene. De este modo muchas piezas dentales que parecen estar completamente destruidas pueden ser conservadas durante muchos años.

   Si esta hipotesis es correcta, entonces está claro que sólo una masa muy plástica que pueda ser fácilmente colocada en capas firmes de la muela careada, resistente a los compuestos químicos y sin efectos peligrosos en el tejido dental, tendrá alguna ventaja. Las sustancias que combinan estas propiedades son muy caras; su uso adecuado requiere paciencia, habilidad y precaución - circunstancias que no todo el mundo entiende.

   En estas circunstancias parece fácil para algunas personas, y especialmente para nuestros colegas ingleses, inventar ciertas pastas que estando blandas son colocadas en la pieza dental ya preparada, endurecen allí y rellenan los huecos vacíos.

   Entre estas pastas hay varias que han sido muy usadas pero que tienen efectos dañinos y creemos que es nuestro deber llamar la atención sobre ellas. Pienso especialmente en aquellas que tienen mercurio como componente y que, debido a las características de este metal, tienen la extraña propiedad de primero volverse blandas y después endurecer cuando toma y libera la sustancia ablandante.

   Los compuestos finos, coloreados y disueltos que son aplicados en estado líquido en una pieza dental que está dañada cerca de la pulpa, estando aún en la boca o justo al extraerla, penetrarán rápidamente no sólo en la estructura del hueso de ésta, sino también parcialmente en el esmalte - un experimento que es fácil de hacer. El mercurio, especialmente, tiene en un grado alto la propiedad de penetrar y saturar cualquier cosa con la que entra en contacto. Por lo tanto, las piezas dentales que son rellenadas con amalgama de plata, llamada sucedaneo mineral, se volverán pronto negras o negro azulado.

   Aparentemente el metal no está protegido de la oxidación por la influencia de las secreciones ácidas de la cavidad oral, que penetran entre la masilla y las paredes de la cavidad; este óxido quedará saturado con sulfuro de hidrógeno y tomará un color muy negro. El óxido es disuelto por los mismos líquidos que causaron su formación, penetra y llena poco a poco todos los tejidos del diente.

   A partir de numerosas observaciones, he llegado a la conclusión de que el mercurio que se pone en el diente para ser reparado con la amalgama puede separarse de este por el calor de la boca, migrar hacia los tejidos dentales y allí causar los mismos signos de irritación y enfermedad que se producen cuando el mercurio se ingiere o se frota en la piel. He sido testigo de casos graves que eran consecuencia de empastar los dientes.

   El Baron V.P. de Lüttich, tenía siete u ocho muelas obturadas con sucedaneo mineral; el día después de la operación desarrolló fuertes dolores en toda la cabeza, acompañado de calambres en las mejillas, profusa y espesa salivación, insoportable sabor metálico en la boca y dolores nerviosos que continuaron durante la mayor parte del día y no desaparecieron hasta que los dientes fueron liberados de la pasta.

   El Conde v. A. en Bruselas, tenía una muela rellena con una amalgama de plata y mercurio, usada por algunos dentistas. La operación pareció al principio ser un completo éxito. Pero al tercer día tuvo dolor de cabeza y dolor en la mandíbula relacionado con importante salivación que era tan abundante que, al mismo tiempo perdía los dientes, no pudieron mantenerse.

   La investigación mostró que las raíces en algunos lugares eran de color negro, en otros lugares verdes. Esta última coloración parecía haber venido de cobre, que contaminó la no suficientemente purificada plata. Después de la extracción de la pieza dental, todos los problemas desaparecieron rapidamente y no regresaron.

   El Dr. Th. en Bruselas tenía varias muelas rellenas de sucedaneo mineral. El cuarto día después de la operación comenzó a sufrir violentos dolores en los dientes y en toda la cabeza y desarrolló una violenta fiebre.

   El Sr. O. v en Bruselas, que habia dejado una campaña militar y no podía esperar hasta que yo pudiera reemplazarle varios empastes de oro de varios años de antiguedad que había perdido, de una muela sin dolor, fue, dado que no pensaba que hubiese peligro, a otro dentista que se lo rellenó con sucedaneo mineral. Ya a la noche siguiente se sintió generalmente enfermo, tenía un intenso dolor que irradiaba desde el diente hasta la barbilla, salivación profusa con claro sabor metálico, nerviosismo, fiebre, contracciones involuntarias de los músculos de la mandíbula, etc. Mr. v.O. regresó a Bruselas; dijo que se sentía como un demente desde hacía 48 horas. Quité la pasta, todavía blanda, de la muela y los ataques disminuyeron sin demora. Unos días más tarde le rellené de nuevo la muela con papel de aluminio y durante tres años esto ha mantenido la muela libre de dolores.

   Es común que los dolores aparezcan primero cinco, seis o incluso catorce o veinte días después de la aplicación del sucedaneo. Sin embargo, a continuación, la pasta está dura como la plata, la pieza dental se impregna con mercurio y entonces como la sustancia extraña no se puede eliminar, lo único que queda es extraerla. Si se hubiese usado cualquier otro material de relleno, la pieza dental podría haber sido conservada.

   Una mujer joven de Mons, que visitó Bruselas, fue convencida por un amigo para llenar algunos huecos del tamaño de la cabeza de un alfiler en los incisivos superiores con sucedaneo. Unos días más tarde la señora se dio cuenta de que la pasta se había vuelto negra y parecía un trozo de esquisto. Como el color se hizo más y más oscuro y salía hacia fuera, la señora vino a mí desesperada y me habló de su aventura. Conseguí, no sin problemas, quitar la pasta y arañar el color negro de las paredes de la cavidad, pero los dientes afectados permanecieron grises y sin brillo y tuvo tal efecto desagradable ya que el resto de dientes eran hermosos y blancos. Dado que las caries sólo tenían un alcance limitado, tanto mi paciente como yo dudamos por los dolores y problemas para eliminar las coronas manchadas y sustituirlas por otras artificiales. Tuvimos que satisfacernos con empastes de oro y papel de aluminio. Tuvieron que ser renovados dos veces en un año ya que el oro fue atacado por el obstinado mercurio restante pero desde entonces no han aparecido nuevos problemas.

   Sería fácil presentar innumerables ejemplos de los efectos nocivos que fueron causados por los empastes con mezclas de plata y mercurio, pero tales repeticiones no aumentarían el peso de los hechos que acabo de presentar. Mi intención es preventiva, para que mis compañeros de práctica sean conscientes de los peligros y los efectos perjudiciales que se derivan de cualquier material de relleno que contiene mercurio; este metal es un verdadero veneno para los dientes.

   En relación a la operación de empaste, lamentablemente el método en cuestión tiene consecuencias perjudiciales ya que es rápido de realizar, puede ser entendido por cualquier persona, no requiere de trabajos manuales especialmente hábiles ni del aprendizaje de métodos de colocación especiales que eviten dolores que a menudo pueden ser violentos.

   Realmente, en cuanto a mí, inicialmente estaba lleno de incertidumbre y necesité de hechos que fueron proporcionados por los médicos; más tarde he adquirido mis propias experiencias alarmantes que me hicieron decidir abandonar este método de empaste.

   He seguido los diversos cambios de este material de relleno desde 1819 cuando por primera vez fue elogiado bajo el nombre de "pasta de Bell". Es el mismo material que se presentó con el nombre de "pasta de plata de Taveau" hace unos años y que en los últimos tiempos se le ha dado el nombre de "Sucedaneo Mineral". Admito que al principio captó mi interés. Al igual que muchos otros que, en el primer momento, fueron engañados por su simplicidad, he hecho algunos experimentos con ella. Tenía la esperanza de que el oro sería más duradero que la plata e hice una amalgama de oro y mercurio, así es tan blanco como la plata, pero las propiedades mencionadas me hicieron abandonarlo.

   Entretanto, el método inglés se ha extendido demasiado en el continente, donde algunas personas, vergonzosamente para nuestra profesión, tratan de hacer un secreto de ello, pretenden que sea un nuevo método o incluso su propia invención. Por esto y por una serie de otros métodos de todo tipo, el número de profesionales engañados está aumentando y esto indudablemente causará daños adicionales ya que el público sólo va a aprender de las malas experiencias.

   También debo añadir que el método descrito no detiene todas las caries, incluso si las otras miserables consecuencias descritas no aparecen. Los problemas anteriores pueden comenzar lenta e insidiosamente, y sin embargo, y tal vez de forma rápida y más evidente, empeorar. La pasta se volverá frágil por la pérdida de mercurio que se evapora parcialmente por el calor de la boca y que en parte se deposita en las estructuras de la pieza dental. Como consecuencia, la humedad de la boca volverá a tener acceso a la cavidad, se mantendrá entre sus paredes y el relleno, y disolverá el último haciendo que se caiga. Simultáneamente, la cavidad se agrandará. Estos procesos se aceleran por la humedad estancada y restos de alimentos que se descomponen, producen mal olor, se convierten en ácido y en consecuencia aumentan la degradación tanto de la pasta como de los tejidos dentales.

   En resumen: las sustancias menos degradables que se adaptan completamente a las partes huecas de la muela, que son más resistentes a la oxidación y forman una masa firme que es impermeable a los líquidos son las más adecuadas para empastar los dientes. Hasta ahora, el oro y el estaño en forma de láminas delgadas son los únicos metales conocidos que la odontología puede utilizar con certeza para este propósito.


Artículo original en Alemán (ver aquí).

Von den Gefahren der Anwendung des Silber-Amalgams, genannt Succedaneum minerale, zum Plombiren der Zähne.
von Talma, Dentisten des Königs der Belgier in Brüssel.
Der Zahnarzt 1(1), 1846, 23-28

Traducido al español por Enrique (sinamalgamas@gmail.com)
Marzo de 2014, Madrid.

domingo, 2 de marzo de 2014

52ª ronda con ALA

   En esta ronda he usado solo 50 mg de ALA cada 3 horas. La hice del 18 al 23 (5 días).

   El primer día tuve algo de niebla mental, pero a partir de ahí los siguientes cuatro días me encontré muy bien, incluso más de lo normal.

   El primer día tras la ronda tuve algo de insomnio y luego me levanté regular. El segundo día mejor. El tercero un poco más atontado de lo normal. El cuarto algunas fasciculaciones. Después ya parece que mejor, pero he empezado otra ronda...