lunes, 28 de enero de 2013

21ª ronda con ALA

   Lo primero que tengo que decir es que durante el fin de semana me encontré realmente bien, tanto mental como físicamente. Un par de días tras las últimas rondas me voy encontrando muy bien, relajado y con la cabeza clara, y lo raro es que permanezco así durante varios días. La úlcera de la boca, el Herpes y la inflamación del ganglio fueron desapareciendo poco a poco.

   El día 23 empecé otra ronda con 75 mg de ALA y 250 mg de ascorbato cálcico cada 3 horas. El primer día estuve perfectamente y el segundo día también hasta que llegaron las 21:00 de la noche o así que empecé a sentir un poco de opresión craneal. El dolor fue intensificando y centrándose en la zona de la nuca y estuve hasta las 2 de la mañana sin poder dormir. Ese mismo dolor lo tenía cuando más intoxicado estaba, alrededor de los 22-23 años. Puede confundirse con tortícolis, pero el dolor es más interno, no es en los músculos. En la zona alta de la nuca se encuentran dos de los principales objetivos del mercurio en el cerebro, el cerebelo y el lóbulo occipital, que suelen ser las zonas más perjudicadas tras la glándula pituitaria. La acumulación de mercurio en el lóbulo occipital produce alteraciones sensoriales, entre las más frecuentes está el estrechamiento del campo visual. En casos graves la acumulación de mercurio en el cerebelo produce ataxia (problemas de coordinación motora y equilibrio). Ambas cosas fueron muy comunes en los intoxicados de Minamata. A bajas dósis produce efectos más sutiles. El tecer día me desperté ya sin ese dolor y me encontré bien. 

   Durante los días posteriores a la ronda no he tenido prácticamente efectos secundarios, salvo algunas fasciculación aislada, acúfenos y tal vez haya estado un poco más despistado. Cosas puntuales y leves.

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